Y TAMBIÉN...
Llegar puntual a la reunión. Y ganarte a ese nuevo cliente. Y que
te llame Lucía para tomar una caña después de la ofi y decirle que sí,
sin dudarlo un momento. Y llegar a casa y encontrártelo todo hecho.
Sí, y también escuchar el Pipipiiií, pii, piiiii… Pipipiiií, pii, piiiii… del despertador y darte cuenta de que todo ha sido un sueño.